4 nov 2010

Ensayo con ceguera rojiblanca

Lo irreal en el mundo es posible. Hay hechos que de la nada salen a la palestra. Los amores de un par de lesbianas y por último el asesinato de un famoso estilista hacen posible, qué la idea se cumpla en sí ¿por qué?

Ya nadie se acuerda de un antiguo militante aprista-ratita como cariñosamente lo llaman, preguntar a Kimper- que está pasándola muy bien. Tampoco se acuerdan de un caso llamado Bagua, ni qué decir de un cambio de gabinete o la venta de terrenos sobrevaluados al 2x1.

Ahora es muy apresurado decir que es una cortina de humo. Alguien pensaría que Alicia Delgado y Marco Antonio dijeron con su corazón de la estrella: “El APRA la está pasando mal, mejor sería ser el pan y circo”. Y qué después de decir ello mantuvieron una discusión metafísica sobre quién debería hacer el rol de pan- ya que nadie quería hacer el papel del circo.

Qué todos los medios obtengan la última información sobre los casos en cuestión es alarmante. Sin tener un carné de prensa puedes obtener la información policial sobre los casos que tú desees. Ahora que ésas muertes tan trágicas sean coincidencias de la vida, nadie lo puede negar. Pero siempre queda la duda, porque si no dudo no estaría escribiendo. Medio que deseé vender le debe dedicar por lo menos el 50% a cualquiera de estos casos mencionados.

¿Pero de dónde viene toda aquella información? Quién da la autorización para que archivos tan secretos- se propalen como una gripe tan nefasta aparecida de la nada ¿no, Tío Tom?- sean conocidos por todos los medios. No menciono nombres. Ni doy a entender que proviene de algún seguidor de Haya-no señor-. Lo que sucede es simplemente coincidencia. Puedo tener la peor desaprobación de gobierno de Sudamérica, pero si nadie se entera mejor. “Pasando piola, que sigua”, le dice a Meche un admirador de Dalton.

Soy un turista de cualquier nacionalidad, me despierto y voy a comprar el diario al canillita de la esquina. Me doy con la sorpresa que todos los titulares dicen lo mismo. Para dar opinión al respecto sobre el asesinato hablan la hermana de la victima, el amante de la víctima, el cuñado de la asesina, el abogado de la asesina. También tiene opina el vecino de la victima, el bodeguero de la asesina, el lustrabotas del asesino, la verdulera de la victima, la costurera de la victima, el carnicero que dice: “siempre pedía fiado de allí que no tiene valores, yo sé que la mató”. Y la opinión de cualquier persona es importante para el diario, la idea del eterno retorno-en este caso opinión- está presente.

Como turista dejo de leer el periódico y mientras estoy de regreso al hotel, prendo mi mp3 y escucho la radio local. Lo primero que sintonizo es una radio noticiosa, la misma noticia. Está hablando el Presidente del Congreso y la periodista pregunta:” ¿Quién cree que la mató?, ¿Serán celos o fue un robo?”. Cambio de emisora y en plena canción de cumbia el locutor sigue hablando de lo mismo. No importa el caso Bagua. Después de visitar varios museos, donde por más está decir que el tema seguía por medio de la guía, regreso al hotel cansado. Prendo la televisión y no hay sorpresa, se sigue con lo mismo-Sartoris que diría-. Ante tanta mediocridad decido salir de Lima e irme al Cuzco. Ni bien aterrizo el taxista cuzqueño también habla de lo mismo. Cojo mis maletas y decido irme de inmediato del país, ya en mi vuelo de regreso a casa el piloto también habla de lo mismo por los parlantes ¿es real o soy parte de una nivola?

Con estás clases de noticias los medios están muy felices. Sus ventas y el rating suben totalmente. Es muy simple la idea: al peruano le gusta el morbo y los diferentes medios de comunicación tienen que alimentar exquisitamente tal antojo. Tanto la sociedad, los diferentes medios y sobre todo el gobierno está feliz con la coyuntura que está sucediendo en el Perú. No sería extraño, que se ha de esperar 2 meses más para que otra vez haya otra victima más, que sea el boom del país. El Estado tiene sus buenos aparatos ideológicos.

La amnesia es peruana y sobre la cortina de humo debería ser patentada de inmediato, es más peruana que pisco chileno. Ya debería ser-o es- una sana costumbre la de esperar la desgracia ajena. Una buena pregunta sería ¿el sistema autodestruye al hombre?

Sociedad sin valores, algunos no saben, otros tratan de no saber y hay otros al cuál no lo dejan saber (mayoritariamente). Releyendo a Kafka o El extranjero de Camus estarán algunas posibles respuestas.

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